Wu Ji - The Promise

sábado, 19 de enero de 2008


Título original: Wu Ji (The Promise)
Año: 2005
País: Coproducción China, Japón, Hong Kong y Corea del Sur.
Director: Kaige Chen
Género: Artes Marciales, Romance, Drama.

La película es una interminable metáfora de Amor (y no pasa de eso), aunque cada imagen es poesía pura, dejando de lado la belleza del guión lleno de dioses, diosas, guerreros, esclavos, príncipes y princesas, amor y traición.....por su puesto está cargado de efectos especiales, aunque no tan brillantes como para acompañar los tremendos escenarios del film.

Lo mejor sin duda es la fotografía, existe una perfección del encuadre y los vestidos danzando en el aire mientras se realizan peleas imposibles, pirotécnicas xD y exageradas (como todo lo demás),...nada parece humano. La ambientación es sorprendente, existe un minucioso y detallado trabajo en cada uno de los detalles: vestuario, armaduras...

La historia trata de una niña pobre, huérfana, que sobrevive de lo que le roba a los muertos. Un día se encuentra con diosa Manshen, y hace una promesa, a cambio de nunca más pasar miseria, se convertiría en la princesa más deseada y admirada por todos los hombres que se le acerquen a ella, a cambio, nunca podría encontrar el amor verdadero. Siendo adulta la princesa se arrepiente de la promesa que hizo, pues todos los hombres que ha amado trajeron consigo grandes tragedias.

La princesa se enamora perdidamente de un hombre enigmático que lleva una máscara dorada y una armadura roja, quien la ha salvado de una muerte segura; este amor la atormenta a causa del inevitable destino.

Que puedo decir....la crítica destrozó la película...a mi me gustó xD...no hay nada mejor que ver patadas de Kug-Fu mientras caen pétalos de rozas :lol:

1 comentarios:

Matías Irarrázabal dijo...

hola me encanta la cultura japonesa me gusto mucho la pelicula heroes que tambén es del genero que t gusta al parecer, me gusta el trasfondo el elemento del honor inmerso en cada pelicula, el ser capaz de no solo respetarse a si mismo sino al oponente ya que solo el por capricho del destino se encuentra en el bando contrario.